El Ácido Hialurónico está presente de forma natural en nuestro organismo, de ahí su BIOCOMPATIBILIDAD. Lo podemos encontrar en cartílagos, articulaciones, tendones, ligamentos, ojos, encías, piel, cuero cabelludo, etc.
Es BIODEGRADABLE, esto quiere decir que con el paso del tiempo va disminuyendo en el organismo.
Además es BACTERIOSTÁTICO y ANTIINFLAMATORIO, por lo que ayuda a evitar que se infecten las heridas y con ello a una mejor y más rápida regeneración tisular o cicatrización.
Pero su propiedad principal es la HIDRATACIÓN (1 gr de ácido hialurónico puede unirse a 6 litros de agua), con esta función lo que hace es retener el agua en el tejido para evitar su deshidratación.
En odontología lo usamos aprovechando sus propiedades y nos posibilita el restablecer asimetrías para mejorar la estética bucal y de la sonrisa en general. Además de facilitarnos la cicatrización de las heridas tras cirugías.
Se aplica tópicamente o inyectando el producto en aquellas zonas a tratar. El efecto aunque se ve inmediato, va mejorando en unas semanas. Siempre hay que tener en cuenta que como es biodegradable no es permanente y con el paso del tiempo va disminuyendo su efecto, dependiendo de la edad, características de la piel, estilo de vida, etc. Se puede aplicar varias veces al ser biocompatible.