Ética en Odontología

Jueves, 27 de Marzo de 2014

EL CONSEJO GENERAL DE DENTISTAS DESARROLLA UNA NUEVA JORNADA INFORMATIVA PARA ACLARAR LOS PRINCIPIOS ÉTICOS Y DEONTOLÓGICOS DE LOS PROFESIONALES

 

En este encuentro, moderado por el doctor Honorio Bando, participaron los doctores María Concepción Martín Arribas, secretaria del Comité de Ética de la Investigación en el Instituto de Salud Carlos III, de Madrid; Javier Arias Díaz, catedrático de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Comisión Ejecutiva del Comité de Bioética del Consejo de Europa, y Luis Rasal Ortigas, presidente del Comité Central de Ética del Consejo General de Dentistas y, a su vez, presidente del Colegio de Dentistas de Aragón. En la clausura del acto también participó el doctor Alfonso Villa Vigil, presidente del Consejo General.

 

La primera intervención correspondió a la doctora Martín Arribas, que centró su exposición en la ética de la investigación clínica, llamando la atención sobre aspectos como el consentimiento informado y los comités de ética. Tal y como aseguró, “la investigación clínica necesita, por el hecho de estar utilizando seres humanos, además de una justificación lógica, una justificación ética. La pregunta fundamental es: ¿Se puede intervenir en el cuerpo o en la intimidad de una persona con la intención de obtener un conocimiento útil para el avance de la ciencia y, en consecuencia, para el beneficio de la sociedad?”. Ante este planteamiento, la doctora Martín Arribas aseguró que las sociedades pueden prescindir de la investigación clínica, “siempre y cuando estemos dispuestos a no mejorar en el conocimiento de las enfermedades y a asumir los errores a los que nos llevaría una práctica meramente empírica”. Por lo tanto, su conclusión es que la investigación con seres humanos es necesaria, pero al mismo tiempo tiene que ser ética, respetando la dignidad del ser humano y tratando a los sujetos de investigación como fines, y no solamente como medios.

 

En su exposición, la doctora Martín Arribas detalló las diferentes etapas de la investigación clínica en la historia. “Hasta 1900 era una investigación clínica ‘beneficiente’ o fortuita; entre 1900 y 1974 era una investigación consentida, y a partir de 1974 se realiza una investigación regulada”. De la segunda etapa, esta profesional destacó dos regulaciones mundiales fundamentales: el Código de Nuremberg, de 1947, “en el que el consentimiento informado es absolutamente esencial”, y la Declaración de Helsinki, de 1964, “que abre la etapa de la autorregulación”. La tercera fase, la actual, se caracteriza por el control público de la investigación, la regulación legal y la revisión de la investigación por comités independientes. 

 

Para finalizar su intervención, la secretaria del Comité de Ética de la Investigación en el Instituto de Salud Carlos III repasó la normativa española, destacando la Ley del Medicamento, de 1990; el Real Decreto 223/2004 de ensayos clínicos; la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos; el Convenio de Oviedo y la Ley 14/2007 de Investigación Biomédica. Es precisamente en esta última norma donde se desarrolla la figura del “Comité de ética de investigación”, que debe dar “el previo y preceptivo informe favorable de cualquier proyecto de investigación sobre seres humanos o su material biológico”, apuntó la doctora Martín Arribas.

 

Por su parte, el doctor Javier Arias Díaz, catedrático de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Comisión Ejecutiva del Comité de Bioética del Consejo de Europa, inició su exposición recordando que las regulaciones en el marco de la investigación clínica deben dar seguridad a los pacientes, pero también a los profesionales que la llevan a cabo, sin despreciar tampoco la imagen que se transmite a la sociedad. “En España, la mayor parte de la investigación está financiada con dinero público, por lo tanto se ha de salvaguardar ante la sociedad su credibilidad”, señaló.

 

También abordó este profesional la paradoja existente entre la necesidad de la investigación clínica y el respeto a la dignidad de las personas, “porque en Medicina no hay nunca un riesgo cero”. Por esta doble vertiente, justificó el papel de los comités de ética de investigación, que no son iguales que los comités de ética asistenciales. El doctor Arias Díaz aprovechó la oportunidad que le brindó la jornada informativa del Consejo General de Dentistas para profundizar en el tema del tratamiento de las muestras y la regulación de los biobancos. A este respecto recordó que “siempre el donante es el titular de las muestras”. 

 

El doctor Luis Rasal, en calidad de presidente del Comité Central de Ética del Consejo General de Dentistas, habló de deontología profesional y del papel que asumen los colegios profesionales en este campo. Recordó que estas instituciones tienen un papel sancionador muy limitado, pero aún así emiten una serie de recomendaciones por el bien del sector. “En nuestro Código Deontológico se recogen cuestiones como que el paciente debería conocer a su dentista y mantener una relación basada en la confianza, pero también el profesional tiene libertad para rechazar a un paciente que no colabore o no cumpla. En el texto, además, se hacen recomendaciones sobre el tiempo que se han de conservar las historias clínicas –aconsejamos de diez a quince años– y aclaramos que éstas son propiedad del paciente pero han de estar custodiadas por los dentistas. También se indica que se eviten los tratamientos imposibles y no se garanticen los resultados”, explicó el doctor Rasal. 

 

Pie de foto: De izquierda a derecha, los doctores Luis Rasal, Concepción Martín, Alfonso Villa, Javier Arias y Honorio Bando.

 


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